La colocación del colorete es uno de los puntos esenciales del maquillaje porque con su emplazamiento puedes modificar visualmente la forma del rostro. Un solo brochazo de colorete en el lugar adecuado puede hacer que pasemos de un maquillaje ‘normalillo’ a un maquillaje envidiable.
Cada tipo de rostro precisa de unas correcciones diferentes:
1. Rostro redondeado. Cuando lo que buscamos es alargar visiblemente nuestro rostro, deberemos trazar, con el colorete, una línea imaginaria desde las sienes hasta la comisura de los labios y aplicar el colorete siguiendo esta línea. Para alargarlo aún más, podemos maquillar también la punta de la barbilla.
2. Rostro cuadrado. Se aplica el color horizontalmente, desde la nariz hasta la oreja, dando un toque claro sobre los pómulos y uno oscuro en la raíz del pelo y sobre los maxilares si éstos son prominentes.
3. Rostro alargado. En esta ocasión lo que buscamos es acortar y endulzar el rostro, por eso trazaremos una línea en horizontal desde las aletas de la nariz hacia las sienes. También acortaremos visiblemente el rostro si aplicamos colorete en la raíz del pelo, así, la frente parecerá mucho más corta.
4. Rostro triangular. Para corregir una frente demasiado ancha aplicar el tono oscuro en el nacimiento del pelo, efectuando movimientos semicirculares con la curva abierta hacia el interior. El tono claro se aplica en lo alto de los pómulos, cerca de los ojos y justo debajo un toque oscuro bien difuminado.
5. Rostro ovalado. Generalmente, no precisa ninguna corrección especial. Se debe delimitar los contornos con el tono oscuro y aplicar el tono claro en el centro de las mejillas para dar aspecto saludable.
6. Pómulos sin marcar. Una de las propiedades del colorete es resaltar los pómulos y para ello precisaremos de dos tonos uno más claro y uno más oscuro, sonriendo, maquillaremos con el tono más claro la parte sobresaliente de los pómulos y con el color oscuro la parte de estos que queda más hundida.
7. Boca demasiado pequeña. También esto lo arregla el colorete, con los mismos dos tonos que utilizamos para resaltar los pómulos, maquillaremos con el más claro la parte de arriba del labio superior, y con el oscuro la parte de abajo del inferior.
Tipos de pieles
1. Pieles claras: rosa, melocotón, palo de rosa y rojo uva. Se deben evitar los marrones y naranjas.
2. Pieles mates: albaricoque, coral, marrón rojizo y dorado. Se deben evitar los tonos rosas y los muy oscuros.
3. Pieles rosadas: borgoña y burdeos.
4. Pelirrojas: tonos cálidos como el marrón, beige o naranja.
5. Pieles bronceadas: Utiliza un tono lo más parecido al de la piel, los mejores son los marrones, tierras y dorados. En esta ocasión, puedes sustituir el colorete por polvos bronceadores.
6. Piel cetrina: prueba con los tonos beige, caramelo y melocotón.
7. Piel con pecas: utiliza tonos cálidos para difuminar tus pecas y para mostrar un color acorde a tu pelo rojizo, como el marrón, beige o naranja.
Texturas
El colorete puede presentarse en varias formas, las principales son:
1. Crema: su composición tiene mucho en común con las barras de labios. Está indicado para personas con pieles secas y para maquillajes suaves y traslúcidos. Puedes aplicarlo con los dedos y es de larga duración.
2. En polvo: es la fórmula más habitual y utilizada. Es más aconsejable el uso en pieles normales o mixtas. Normalmente necesitas una brocha específica para aplicar el producto y aporta un aspecto natural.
3. En barra: es el más fácil de usar y tiene una composición en crema, pero es compacto. Sólo necesitas aplicar un pequeño toque de color directamente desde la barra. Se funde y difumina muy bien con la piel.
Modo de aplicación
1. Sonríe y aplica el rubor en la manzana de las mejillas.
2. Difumina desde el hueso del pómulo hacia el nacimiento del pelo.
3. Posa el producto sobrante en dirección hacia el cuello.
4. Utiliza un tono más fuerte encima de tu colorete habitual, si quieres aportar un color más intenso a tu rostro.
5. Si sigues estos pequeños consejos verás como sólo con aplicar un poco de colorete sobre tus mejillas tu piel cambiará, mostrándose radiante y muy luminosa.