El baño es una de las zonas que más humedad tiene de toda la casa. Si a ello le sumamos un contacto prolongado con cualquier elemento metálico el resultado es una buena capa de óxido que, a veces, cuesta retirar. Eliminar el óxido puede conllevar ciertos riesgos, debemos tener mucha precaución con los productos abrasivos. ¿Tenéis algún truco para hacerlo? Os proponemos 3 remedios para eliminarlo sin problemas.
1. Vinagre: es uno de los remedios naturales más utilizados para la limpieza. Resulta muy eficaz contra el óxido, simplemente tenemos que calentarlo hasta el punto de ebullición y empapar un paño fino, que no deje arañazos. Aplicamos suavemente pero frotando bien la zona manchada. Desaparecerá sin problemas.
2. Limón: el limpiador por excelencia. Para poder retirar el óxido debemos mezclarlo con boráx. Debemos mezclar dos cucharadas grandes con el zumo que obtenemos al exprimir un limón. Las propiedades del bórax unidas al ácido cítrico remueven perfectamente las manchas de óxido. Con esta mezcla podremos retirar también manchas de cal.
3. El tercer remedio no es tan natural como los dos anteriores, pero sí muy eficaz y no muy abrasivo. Simplemente, tenemos que aplicar un poco de lejía sobre la superficie manchada y secar bien. La única precaución que debemos tener es dejar que actúe unas doce horas, mientras tanto no podremos utilizar el sanitario. La lejia es algo más abrasiva que el vinagre y el limón pero mucho más efectiva.