No esclarecer los problemas por completo después de una discusión de pareja y mantener en silencio las situaciones con las que no se está conforme, lejos de funcionar, puede resultar contraproducente, por eso es importante encontrar el momento adecuado para solucionar los conflictos.
Fernando Nava, psicólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México, comenta: «En cualquier relación es común que existan malos entendidos que deriven en alguna pelea; si estos desencuentros generan cierta desconfianza para decir lo que se piensa, sin lastimar o crear más confusión, es mejor esperar un poco y encontrar el momento clave para expresarse. Sin embargo, es necesario no dejar de hablar sobre todas aquellas situaciones que generan un conflicto interno que obstruya el fluir de la relación, ya que después esto puede volverse un factor de más problemas».
Y continúa: «Las discusiones que no son aclaradas pronto, se pueden convertir en futuras frustraciones y rencores innecesarios en contra de la persona con la que estamos compartiendo nuestra vida. El silencio puede funcionar como una solución pasajera que corte la discusión momentáneamente, pero no resuelve el problema, esto hace que después canalizar tranquilamente los sentimientos de inconformidad, se vuelva más complicado. Por ello, se debe intentar llegar a un acuerdo en que ambas partes estén dispuestas a dialogar».
Omar Garza, gerente de una importante cadena farmacéutica, comenta: «Procuro platicarlo todo con mi pareja sin dejar nada en el tintero. A pesar de que a veces soy muy impulsivo, intento mantenerme ecuánime y si alguna cosa queda pendiente, busco estar más tranquilo para resolverlo. Creo que es mucho mejor desahogarse y llegar a un consenso para que la relación sea más sana y siga avanzando».
Parte importante de la comunicación con la pareja es saber platicar las inquietudes, sin llegar a discusiones que no los lleven a ningún lado, la mejor forma de hacerlo es plantear todos los argumentos claramente, sin evadir las responsabilidades. También es esencial tener cuidado en la forma de expresarse, ser prudente y no exaltarse con facilidad.
El especialista prosigue: «La prudencia es importante para que funcione este proceso de comunicación. Existen personas muy impulsivas que se expresan sin importarles las consecuencias a las que esto les lleva, arrepintiéndose posteriormente de lo que han dicho, pero por otro lado, están aquellos que se mantienen en silencio creando una insatisfacción interna que no les permite seguir con su vida normal. En ambos casos es mejor esperar y encontrar un espacio para dilucidar las situaciones difíciles que se presenten. El ímpetu y el silencio siempre crean futuras confrontaciones que hacen que las personas no se comuniquen».
Y recomienda: «Creo que lo mejor es aprender a discutir sin descalificar, usar ironías o palabras que lastimen a la otra persona; además de serenarse, estar perceptivos y con buena actitud para aclarar las diferencias. El mejor momento para romper el silencio es cuando se está seguro de que se va a resolver el conflicto».
Siempre será mejor mantener una comunicación sana con tu pareja, llegando a puntos en común y asumir la responsabilidad de no quedarse callado, que evitar las discusiones y continuar con el silencio.