El desayuno es una de las cuatro comidas del día en la rutina de cualquier ser humano y a diferencia de lo que sucede con cualquiera de las otras tres comidas (almuerzo, merienda y cena), el desayuno es altamente recomendado por todos los profesionales, nutricionistas y médicos por considerárselo la comida más importante del día en la cual la persona obtiene energías y vitaminas que le servirán para todo el resto del día.
He aquí 10 de las razones más importantes por las cuales no debes saltarte esta comida:
1. Desayunar reduce la sensación de hambre durante el día, por lo tanto ayuda a que no se coma en exceso. Además, diversos estudios reportan que aquellas personas que no lo hacen tienden a presentar sobrepeso debido a su posterior inclinación a comer a deshoras y a seleccionar alimentos con densidad calórica alta.
2. Quienes tienen hábitos de alimentación más adecuados tienden a ingerir menos grasa y más fibra, vitaminas y minerales.
3. Brinda al cuerpo la recarga de energía que necesita para iniciar el día luego de un ayuno prolongado, ya que durante la noche el organismo continúa utilizando su energía a pesar de estar en reposo, pues las actividades metabólicas no se detienen. Al momento de levantarse, el cuerpo demanda un suministro de energía rápida en la primera comida del día para suplir esta pérdida.
4. Su aporte energético es de gran importancia, ya que permite lograr un adecuado rendimiento tanto físico como intelectual, en las tareas escolares y en el trabajo diario. Está demostrado que tiene un efecto positivo a corto plazo en el funcionamiento cognitivo y en el estado de alerta de niños escolares.
5. Favorece el aumento de la actividad física durante el día. Un desayuno balanceado recarga el cuerpo y ayuda a reponer las reservas de glucógeno que suministran energía inmediata a los músculos. Saltárselo está asociado con la disminución de la actividad física.
6. Una investigación realizada en Estados Unidos mostró que una dieta rica en hidratos de carbono y proteínas, que concentre el 50 por ciento de la energía diaria en el desayuno, logra reducir episodios de ansiedad y es efectiva cuando se trata de perder peso y mantener esa pérdida a largo plazo.
7. Un desayuno balanceado contribuye a una mejor distribución de las calorías a lo largo del día y proporciona muchos nutrientes importantes especialmente en la etapa de crecimiento y desarrollo.
8. Estudios realizados en población infantil en distintos países han evidenciado aportes significativamente inferiores de minerales como hierro, calcio, magnesio y zinc y vitaminas como la B1 y B6 en los niños que no desayunaban al compararse con los que sí consumían esta comida.
9. Quienes desayunan tienden a mantener un peso más adecuado. Se ha demostrado que la prevalencia de obesidad es superior en los que toman un desayuno escaso o lo omiten. El ayuno prolongado producido cuando este no se ingiere puede aumentar la respuesta del cuerpo a la insulina, que a su vez aumenta el almacenamiento de grasa y favorece el sobrepeso.
10. Quienes no desayunan sufren cansancio, agotamiento, mal genio y en algunos casos hipoglicemia. Es importante tener en cuenta que la actividad productiva, según estudios, va disminuyendo y se produce agotamiento durante la jornada de estudio o trabajo.