Envolver al bebé es un modo de hacerle sentir en un entorno seguro. Cada día más mamás deciden utilizar los arrullos y las muselinas para arropar a sus recién nacidos.
El médico obstetra Michel Odent, uno de los más reconocidos defensores del parto natural, afirma que, en realidad, el embarazo dura 18 meses, nueve meses dentro de útero materno y otros nueve fuera. Por eso defiende que lo más natural es que la madre continúe llevando a su bebé lo más cerca posible del corazón.
Son muchas las culturas con tradición de envolver a los bebés y encontramos ejemplo a lo largo y ancho de todo el mundo con el rebozo en México, el amauti de la tribu Inuit en Alaska o el papoose de los indios americanos y los armenios y seguro que si buscamos en nuestras mantitas de cuando éramos bebés podemos encontrar algún arrullo, un trozo de tela con el que nuestras madres nos envolvían para tenernos en brazos o para ponernos a dormir en el capazo y que su propio nombre indica pretendía arrullar, es decir, adormecer a los bebés.
Tras el nacimiento del bebé, especialmente durante el primer trimestre, los bebés echan de menos las sensaciones del útero materno: los latidos del corazón de mamá, los sonidos internos del cuerpo, el balanceo y las voces de mamá y de los familiares. Además, la cantidad de estímulos nuevos tras el nacimiento puede provocar estrés en los recién nacidos. De hecho, se baraja que sea una de las causas más probables de los temidos cólicos del lactante.
Muchas madres han comprobado cómo, en numerosas ocasiones, el llanto inconsolable de los pequeños sólo se calma con abrazos y envolver a los bebés es un modo de que los pequeños se sientan seguros, abrazados y protegidos.
Tres ventajas
1.- Facilita la transición del útero al ofrecerle una presión y abrigo que se asemejan al vientre materno.
2.- Evita los reflejos del bebé y ayuda a que los movimientos bruscos que tienen durante el sueño puedan perturbarle.
3.- Le mantiene en un entorno cálido cuando el recién nacido aún no regula adecuadamente su temperatura.
Entre las distintas opciones disponibles para envolver en los bebés encontramos las muselinas, una tela fina y transpirable originaria de Mosul (Irak) que también se fabrica en la India. Hecha con hilo de algodón o de bambú es un tejido elástico y delicado ideal para el arrullo ya que mantiene al bebé sujeto a la vez que le permite algo de movimiento. Además, puedes elegir entre numerosos estampados y tonos dentro de una gama suave de colores.
También encontramos mantitas diseñadas para envolver y mantener cálido al recién nacido con originales diseños inspirados en la naturaleza.